Leslie Camhi
30 de octubre de 2001
DE VERSO A VIDEO
TANIA BRUGUERA
Liebman Magnan Gallery 552 West 24th Street Hasta el 17 de noviembre
Una artista cubana encarna el aislamiento de verso a video
Leslie Camhi
Cuba y Manhattan son islas muy diferentes, sin embargo, sus nativos comparten la sensación de aislamiento que provoca habitar en una pequeña isla rodeada por agua. «La isla en peso» es el título de esta instalación de video de la artista cubana Tania Bruguera, basada en un poema de Virgilio Piñera de 1943 sobre un día de confusión, decadencia y belleza en La Habana y en el campo. Al entrar en la Galería Liebman Magnan durante las caóticas semanas de septiembre, los espectadores se sintieron desorientados en una habitación completamente a oscuras donde el persistente sangrado de una oveja se sumaba a una creciente sensación de pánico. (Ahora con una tenue iluminación, la habitación pierde algo de poder.)
Al avanzar indecisos y girar en una esquina, se encuentran con ocho monitores de video. En cada uno de ellos, imágenes en cámara lenta de Bruguera haciendo gestos viscerales de auto-amordazamiento se alternan con fragmentos en español del poema de Piñera. En una de ellas, sus dedos abren sus labios para mostrar una mueca siniestra. En otra, su lengua se mueve por la boca y la estira hasta dejarla irreconocible. Se agarra la frente con las manos, sus brazos y codos en jarras como en la histeria de Charcot. En otra imagen, su mano levanta su cabeza tirando del pelo y la empuja hacia abajo de nuevo como víctima de una tortura. Dos pantallas una frente a otra muestran sus ojos vueltos hacia atrás, como en los mudos bustos de las esculturas griegas.
El año pasado, Bruguera se robó el espectáculo en la Bienal con una instalación dentro de un túnel oscuro, trozos de caña descompuestos, performers y cortos de video sobre Fidel Castro. (Las autoridades percibieron algo extraño y suspendieron la obra después del primer día.) Inspirada por el misticismo corporal de Ana Mendieta, su obra se centra a menudo en los límites de la libertad de expresión en sociedades cerradas. Tras las semanas que hemos pasado mirando pantallas con estupor de tristeza, estas imágenes ofrecen una reflexión muy diferente sobre el gran sufrimiento y creciente enajenación del individuo.
Traducido al español por Ernesto Alvarez Valdivia