Edward Rubin
Summer 2010
From: Rubin, Edward. «Tania Bruguera,» Art Nexus, Issue 77, Jan. – August. 2010 (illust.) pp. 110 – 111.
http://www.artnexus.com/Notice_View.aspx?DocumentID=21641
___________________. «Neuberger Museum Features Installation Art by Cuban Artist; Tania Bruguera: On the Political Imaginary». D’Art International Magazine. Fall/Winter Issue. (illust.) pp. 1 – 3.
___________________. «Neuberger Museum Features Installation Art by Cuban Artist; Tania Bruguera: On the Political Imaginary». March 29. ARTES eMagazine, United States.
http://www.artesmagazine.com/2010/03/neuberger-museum-features-installation-art-by-cuban-artist/
___________________. «Neuberger Museum Features Installation Art by Cuban Artist; Tania Bruguera: On the Political Imaginary». June 2010. Terminal Magazine. Tel Aviv, Israel.
Museo de Arte de Neuberger
Los artistas del performance han estado disfrutando un importante resurgimiento de popularidad en todo el mundo. A la vanguardia de este renacimiento están los museos y las bienales. ¡Y por qué no! Estos eventos teatrales únicos donde cualquier cosa puede suceder, y a menudo sucede, constituyen un entretenimiento de primera. Aquí en Ciudad Nueva York y sus alrededores, cinco importantes museos sirvieron de sede recientemente a un tsunami de artistas del performance. «The Kiss» y «This Progress», dos de las «situaciones construidas» en vivo, sin ninguna pintura a la vista, ocuparon la sala principal, en este caso India, bajo el dominio chupa sangre del Imperio Británico.
La parte más emocionante de la exhibición fueron las diferentes salas de galería que albergaron las instalaciones de los artistas. En «Sin título (La Habana, 2000)» y «Sin título (Kassel, 2000)», muchas obras de Bruguera llevan el título de la ciudad primero se hicieron, la oscuridad acentúa el mensaje de la artista. En La Habana, nos vimos dentro de un recinto oscuro caminando peligrosamente sobre una capa desnivelada de trozos de caña de azúcar putrefactos. Al final del recinto, en una pequeña pantalla de TV escasamente distinguible, se veía Castro pronunciando uno de sus interminables discursos. Parados cerca de la pared, cuatro hombres desnudos, apenas visibles, imitaban gestos vacíos del icónico líder. En Kassel, también nos encontramos en una habitación oscura. Solo que esta vez, por un momento estábamos inmersos en una oscuridad total, e inmediatamente después quedamos cegados por intensas luces. Acentuando la oscuridad y la luz, se escuchan amenazantes pasos y un arma siendo cargada y descargada, tácticas de interrogación que dominan toda nuestra atención.
En «Sin título (Moscú, 200/) y en «Susurro de Tatlin No. 6 (versión La Habana), Bruguera cambiando sus tácticas, invitó a los espectadores a que se convirtieran en actores de sus escenarios en lugar de ser participantes pasivos. En Moscú, se nos condujo a lo que parece un pequeño laboratorio fotográfico y se nos pidió que nos sentáramos debajo de una fotografía enmarcada del fundador de la policía secreta bolchevique para tomarnos una foto. A los que se sentaban, se les daba la opción de posar con un águila, que representa el poder del viejo establishment, o con una jaula llena de monos que significa el auge del capitalismo en Rusia. En «Susurro de Tatlin No. 6», escenificado en Cuba en 2009, se les dio a los participantes un minuto para decir todo lo que quisieran sobre una tribuna escoltados por dos individuos en uniformes militares. Libertad de expresión, blogs e Internet fueron los temas más cadentes, todos relacionados con la censura. En Neuberger, como se esperaba (no podría ser diferente en una sociedad muy acostumbrada a la libertad desenfrenada) menos de un puñado de personas, y después de mucha insistencia, tomaron la tribuna durante la inauguración de la exhibición, mientras que en Cuba, las autoridades de la Bienal de La Habana suspendieron el performance de Bruguera después de su primera presentación. Si algo estuvo mal en esta exhibición fue que muchas de las obras que se sacaron de su contexto original, fueron despojadas de su potencial más importante. No obstante, pudimos percibir cierto hálito de cómo es la vida en países donde no se garantiza la libertad de nada.
Tania Bruguera, Desplazamiento 1998—1999. Performance de la personificación de un nkisi nkonde con tierra de Cuba, pegamento, madera, clavos sobre tela
Traducido al español por Ernesto Alvarez Valdivia