Punto de vista: Sospechas

El Perro
2005

De: El Perro «Punto de vistas: Sospechas», Un Nuevo y Bravo Mundo, Ed.El Perro, Ministerio Regional de Asuntos para la Cultura y los Deportes de la Comunidad de Madrid, 2005, Madrid, España (ilust.) pp. 145 – 155.

ISBN: 84-451-2833-7

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Punto de vista: Sospechas

por El Perro

A la entrada de la exposición un guarda de sala tira fotos a cada persona que entra. Cuando el guarda de sala considera que ha detectado a alguien «confiable», le pide que por favor pase por el mostrador que se encuentra en el lateral de la entrada a la exposición. La persona seleccionada al llegar al mostrador recibe la explicación de que ha sido seleccionada para registrar cualquier actividad que le parezca sospechosa dentro de la exposición. Para registrar estas actividades se le entrega una cámara de foto desechable que debe retornar a la salida de la exhibición al mismo guarda en el mostrador que se la dio.

La persona del público seleccionada entra a la exhibición con la cámara y durante toda su estancia en las salas  expositivas se dedica a observar al público asistente, tratando de concentrarse en el comportamiento que éstos tienen en el espacio. Cada vez que ve algo que le parece «sospechoso» tira una foto, tratando de captar el testimonio de esa conducta.

La apreciación de la exposición por parte de estas personas seleccionadas está enfocada no en las obras expuestas, sino en el comportamiento del público presente (combinado con los prejuicios y los miedos de aquel que tira la foto), lo cual se convierte para ellos en la exhibición. Una exhibición no de obras de arte (éstas se vuelven invisibles al no ser el foco de atención), sino de comportamientos humanos; el énfasis se trasfiere de los objetos expuestos a las actividades y actitudes de las personas en el lugar.

Por otro lado, para el resto del público (solo 40 cámaras son distribuidas), las luces rápidas y fugaces de los flashes de las cámaras que tiñen el lugar se convierten en la obra, son estas luces que aparecen por un Segundo por acá y por allá lo que constituyen la parte visual / visible de la obra.

Durante este tiempo, las fotos digitales tiradas por parte del guarda de sala a todos los que entran en la exhibición son sistemáticamente impresas y pinchadas a la pared lateral del mostrador donde se distribuyen las cámaras desechables. Siendo éste un registro constante que el público verá a su salida.

Cada día se repite esta actividad. Las fotos tiradas con las cámaras desechables son reveladas diariamente y puestas en 3 espacios dentro de la exhibición. Estos espacios son seleccionados por ser el lugar donde los guardas de sala están posicionados; no son espacios de «exhibición», son espacios pequeños y entre obras de otros artistas. Estas fotos pinchadas a la pared son un registro que ayudará a los guardas de sala a ver a las personas «sospechosas» que han estado antes en el lugar. Estas fotos se van poniendo diariamente, creciendo y cambiando a diario.

Autobiografía
Versión dentro de Cuba

Espacio pintado de blanco, dos altavoces soviéticos de los años 70, un guardia de seguridad, cartones de huevos, tarima de Madera, 16 subwoofers, un microfono desconectado, tres paredes de pladur sin terminar, una bombilla.

El micrófono está instalado de tal manera que el orador da la espalda al público, convirtiendo su arenga en un estéril discurso con la pared. La repetición obsesiva de la misma consigna por los altavoces, más que acentuar su potencia movilizadora, la desvirtúa. Quien sube a la tarima no juega a ser el poder sino a actuar en los espacios que el poder reserva para crear la illusion de participación en la gestión del gobierno.

Autobiografía
Versión fuera de Cuba

Espacio pintado con una degradación del blanco al negro, cortinas, 16 subwoofers, 8 altavoces, sonido de archivo con consignas utilizadas por la Revolución Cubana.

La Revolución Cubana ha sido blanco de amor y odio por casi medio siglo. Más allá de sus iconos, la revolución ha creado una imagen de si misma a través de los valores que profesa. Estos han sido siempre expresados por consignas. Las consignas marcan el momento en el cual la política y la ideología se manifiestan como unidad, es cuando son transformadas en vox populi. Estas consignas son memoria tatuadas en las diferentes generaciones.

Las consignas van cambiando hasta el punto, en algunos casos, de contradecirse entre ellas o anularse, como si la memoria colectiva estuviese enterrada bajo capas y capas de nuevas, más entusiastas propuestas.

La Isla en Peso

La video-instalación de Tania Bruguera titulada La Isla en Peso (2001) es un homenaje al poema narrativo del mismo nombre escrito por el célebre escritor cubano Virgilio Piñera que capta el caos, el sufrimiento y la belleza de Cuba. En Ocho cintas de video, la artista ejecuta gestos dolorosos o silenciadores, como empujar su puño en su boca, enjugar la saliva de su lengua, y llevar su cabeza para atrás tirándose del pelo. De esta forma, la artista explora metafóricamente una serie de temas que incluyen el exilio, el desarraigo, el aguante y la supervivencia.

Sin Título (Kassel, 2002)

Esta obra forma parte de la misma serie que incluye Sin Título (La Habana, 2000) En ella, Bruguera trabajó con las memorias de la ente sobre Kassel y sobre su fábrica de municiones, importante durante la Segunda Guerra Mundial, pero trayéndolos al presente. Trató de poner al público en un estado vulnerable, haciendo alusión al de una persona que se encuentre en una situación de Guerra. Este estado se acentuaba cuando el público sentía una amenaza real pero imposible de localizar y, de repente, descubría que el sonido que les había austado no provenía de una grabación, sino que era producido por una persona que les miraba mientras cargaba una pistola.

El público permanence continuamente bajo una luz poderosa e incómoda, la de una fila de bombillas de 700 vatios cada una, como en un interrogatorio o en una prisión. Cuando esta luz se apaga y por unos segundos, todo se sumerge en una oscuridad absoluta, se hace possible ver un video. Las fechas en el video corresponden a 100 lugares del mundo (uno por cada día de la exposición) donde, tras la Segunda Guerra Mundial, hubo masacres por motivos politicos, ordenados por un gobierno o por individuos. En algunos de estos lugares, el número de víctimas fue tan grande como en algunos de los ataques sufridos durante la Guerra, y en algunos casos aún más.

La luz y la oscuridad se utilizan en su modo más filosófico y metafórico: en su relación con el conocimiento.

La pieza fue inspirada por la historia de Alemania, que tan importante impacto tuvo en la historia del mundo pero, en realidad, habla de la importancia de mirar nuestra realidad inmediata en vez de mirar atrás, porque a veces se solapan.